La nave Starliner regresa a la Tierra, pero los astronautas siguen varados en la Estación Espacial Internacional
El aterrizaje exitoso de la cápsula de Boeing no trajo de vuelta a los astronautas, quienes tendrán que esperar hasta febrero para regresar en una nave de SpaceX
9 de septiembre de 2024, 6:53 p. m. - Redacción Kenja

Desde una perspectiva humana, todos estamos felices por el aterrizaje exitoso, pero deseábamos que hubiera salido como lo habíamos planeado
La nave Starliner de Boeing aterrizó con éxito en la Tierra este sábado, pero lo hizo vacía, dejando a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) por varios meses más. La nave, que sufrió problemas técnicos tras su lanzamiento en junio, fue considerada insegura para el regreso de la tripulación, por lo que la NASA tomó la decisión de que ambos astronautas vuelvan a la Tierra en una nave Crew Dragon de SpaceX, aunque este regreso no será antes de febrero del próximo año.
El aterrizaje de la Starliner en el puerto espacial de White Sands, en Nuevo México, fue catalogado como un éxito, pero los problemas técnicos, como fugas de helio y fallos en los motores, dejaron en evidencia que aún falta trabajo para que la cápsula esté completamente certificada para misiones tripuladas. "Claramente hay trabajo por hacer", comentó Steve Stich, gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, reconociendo que Boeing y la agencia deberán tomarse un tiempo para revisar los datos y determinar los próximos pasos.
Los astronautas, que inicialmente iban a pasar solo ocho días en la EEI, deberán extender su misión a ocho meses debido a los retrasos. Durante este tiempo, la NASA ha asegurado que Wilmore y Williams están en buen estado de ánimo y en contacto regular con sus familias. Se les ha enviado ropa y suministros adicionales para su estadía prolongada, y ambos siguen cumpliendo con sus rutinas de ejercicios para mantenerse saludables en condiciones de ingravidez.
Este primer vuelo tripulado de la Starliner ha sido un desafío para Boeing, que ya ha sufrido varios contratiempos en el desarrollo de su nave. Si bien SpaceX ha logrado enviar nueve misiones tripuladas con éxito, Boeing sigue enfrentando dificultades técnicas y operativas, lo que ha afectado tanto su reputación como sus finanzas. La tensión entre la NASA y Boeing se hizo evidente en las decisiones recientes, con la agencia espacial prefiriendo no arriesgar la vida de los astronautas al confiar en una nave con problemas.
Pese a estos desafíos, la NASA ha reiterado su compromiso con Boeing, ya que considera esencial tener más de una empresa estadounidense capaz de llevar astronautas al espacio. Estados Unidos no quiere volver a depender exclusivamente de las naves rusas Soyuz, como sucedió entre 2011 y 2020, cuando la flota de transbordadores espaciales fue retirada.
Aunque el futuro de la Starliner aún es incierto, tanto la NASA como Boeing han declarado que seguirán trabajando para superar estos obstáculos. Bill Nelson, administrador de la NASA, ha expresado su confianza en que la cápsula volverá a volar con una tripulación a bordo, a pesar de los problemas encontrados en este primer intento.
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