Prebunking: fortalecé tu mente contra las fake news
Un estudio reciente muestra que las campañas de inoculación psicológica pueden protegernos mejor de la desinformación en redes cuando se combinan dos técnicas efectivas. Aquí te explicamos cómo funciona esta herramienta preventiva y qué impacto tiene.
2024-11-04T20:38:00.042Z - Felipe Sarmiento

Las vacunas no solo son para el cuerpo: tu mente también necesita defensas contra la manipulación en internet
Los periodos electorales siempre han sido terreno fértil para la manipulación informativa. En los últimos años, con el auge de las redes sociales, las campañas de desinformación se han intensificado, difundiendo fake news con una eficacia alarmante. Las plataformas digitales han intentado combatir esta ola, pero el volumen de contenido manipulador es abrumador. Ante este reto, investigadores sociales han comenzado a experimentar con un método innovador y urgente: la inoculación psicológica.
¿Qué es la inoculación psicológica?
La inoculación psicológica es una estrategia diseñada para preparar a las personas antes de que se encuentren con desinformación, equipándolas con herramientas mentales para resistirla. Se basa en un concepto similar al de las vacunas médicas: exponer a la gente a “versiones débiles” de las técnicas de manipulación para que desarrollen “anticuerpos” contra estas. Esto se implementa a través de videos cortos, llamados “videos vacuna”, que educan a los usuarios sobre las tácticas más comunes que usan las noticias falsas para influir en sus emociones y decisiones.
Sin embargo, ¿funcionan realmente estas campañas? Hasta hace poco, no había pruebas sólidas de su impacto a gran escala en contextos reales. Esto cambió con una investigación reciente realizada por la Universidad Cornell en colaboración con Google. El estudio, publicado en Nature, revela que una combinación de técnicas de prebunking es más efectiva para proteger a los usuarios de la desinformación.
El experimento: qué aprendimos
El equipo de investigación evaluó a 7,286 participantes a lo largo de cinco pruebas. Los sujetos fueron expuestos a videos que explicaban cómo el lenguaje emocional manipula las percepciones, ayudándoles a detectar este tipo de contenido. Aunque esto ayudó a los participantes a identificar noticias que alteraban sus emociones, no fue suficiente para distinguir entre noticias falsas y verdaderas. La verdadera mejora se dio cuando se añadió una segunda campaña de prebunking, un recordatorio explícito sobre la posibilidad de que ciertos datos en las noticias fueran falsos.
Por qué la combinación es clave
El estudio mostró que usar dos métodos al mismo tiempo —educación sobre manipulación emocional y recordatorios de precisión— ayudó significativamente a los participantes a ser más críticos y menos vulnerables a las fake news. Stephan Lewandowsky, uno de los autores, explica que esta combinación podría implementarse a gran escala, dado que es fácil de producir y distribuir en redes sociales. “Es una manera de mejorar las habilidades de las personas para evitar ser engañadas”, afirma.
Gordon Pennycook, otro investigador clave, resalta la importancia de comenzar cualquier intervención con recordatorios sobre la precisión. “Hacer que la gente piense si algo es verdadero se traduce en decisiones más críticas sobre lo que ven y comparten en línea”, explica. Este enfoque podría ser un paso importante para reducir la viralización de contenido manipulador.
Desafíos y el futuro de la inoculación
Aunque los resultados son prometedores, las campañas de inoculación psicológica no son una solución definitiva. Siguen siendo necesarias políticas más estrictas en redes sociales para combatir la proliferación de noticias falsas, y los expertos en desinformación advierten que la creatividad de los manipuladores evoluciona constantemente.
Deepfakes, la clonación de voz y la descontextualización de hechos son algunos de los problemas que estas técnicas no cubren completamente. Pero mientras tanto, la inoculación psicológica representa un paso crucial en la defensa contra la manipulación masiva.
Alejandro Martín del Campo Huerta, del Tec de Monterrey, subraya la importancia de estas intervenciones, especialmente durante procesos electorales sensibles. “La desinformación enturbia las campañas y afecta la democracia; tener herramientas preventivas podría marcar la diferencia en la opinión pública”.
En un mundo donde las fake news pueden viralizarse en minutos, desarrollar una defensa mental es más relevante que nunca. La inoculación psicológica no solo nos prepara para detectar mentiras, sino que también fomenta un consumo de información más crítico y consciente. Quizás nunca detengamos por completo la desinformación, pero cada usuario preparado es un eslabón menos en la cadena de manipulación.
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