Ciencia

Temporada de huracanes del Atlántico: lecciones de 2024 y desafíos para 2025

La temporada de huracanes del Atlántico en 2024 fue una de las más destructivas de la historia reciente, dejando lecciones importantes sobre preparación, resiliencia y el impacto del cambio climático. Pero los desafíos para 2025 ya se perfilan en el horizonte.

2024-11-27T15:30:00.385Z - Felipe Sarmiento

photo

"Las tormentas no esperan; necesitamos estar preparados antes de que lleguen."

La temporada de huracanes del Atlántico de 2024 está a punto de terminar, y no ha dejado indiferente a nadie. Desde récords devastadores hasta desafíos inesperados, este año nos recordó cuán vulnerables podemos ser ante la fuerza de la naturaleza. Con 18 tormentas con nombre, 11 de ellas huracanes y 5 alcanzando categoría mayor, el panorama climático se ha vuelto cada vez más impredecible, amplificado por el calentamiento global.

Una temporada fuera de lo común

Entre los eventos más impactantes de 2024, destacan tormentas como el huracán Beryl, el primero de categoría 5 en formarse tan temprano en la temporada. Su impacto fue especialmente severo en Texas, donde dejó a millones sin electricidad en medio de una ola de calor peligrosa.

El huracán Helene, de categoría 4, fue aún más devastador, dejando una estela de destrucción en el sureste de Estados Unidos. Pueblos enteros en Carolina del Norte aún no tienen acceso a agua potable dos meses después de su paso.

Florida, por su parte, fue golpeada por el huracán Milton, que intensificó su fuerza a un ritmo alarmante, con un aumento de 90 millas por hora en un solo día. Este fenómeno de rápida intensificación, impulsado por temperaturas oceánicas cada vez más altas, dejó a muchas comunidades sin tiempo suficiente para prepararse.

El papel del cambio climático

El calentamiento global ha hecho que lo "típico" en una temporada de huracanes sea cada vez más difícil de definir. Las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado las temperaturas del mar, proporcionando más energía para que las tormentas tropicales se vuelvan más fuertes y destructivas. Además, estos fenómenos se están intensificando más rápidamente, un factor que complica aún más los esfuerzos de preparación y respuesta.

Respuestas y desafíos

NOAA, la agencia responsable de monitorear estos fenómenos, desempeñó un papel crucial en 2024. Sus aviones cazahuracanes recopilaron datos vitales durante 392 horas de vuelo, atravesando el ojo de tormentas 80 veces para emitir pronósticos precisos y estudiar cómo están cambiando los huracanes.

Sin embargo, la agencia enfrenta amenazas a su capacidad operativa. Propuestas como "Project 2025" sugieren desmantelar partes de NOAA o trasladar sus funciones a entidades privadas o estatales, lo que podría poner en riesgo su labor crítica. Además, la desinformación sobre agencias como FEMA ha generado ataques en redes sociales, complicando aún más su trabajo.

El futuro próximo

La temporada de huracanes de 2025 llegará inevitablemente, y las comunidades deben estar preparadas para enfrentar sus desafíos. Esto incluye no solo mejorar la infraestructura y los planes de respuesta, sino también proteger y fortalecer las agencias encargadas de salvar vidas.

Como señala Rick Spinrad, administrador de NOAA, "Las comunidades necesitan más que nunca la ciencia y los servicios críticos que ofrecemos."

El fin de la temporada 2024 es un momento para reflexionar sobre las lecciones aprendidas y para actuar con urgencia ante los retos del próximo año. En un mundo donde las tormentas son cada vez más intensas y los recursos más limitados, la preparación no es opcional, sino esencial.

Top Stories