Ciencia

David Keith defiende la geoingeniería solar: ¿Salvar el clima o arriesgar el futuro?

David Keith, experto en geoingeniería solar de la Universidad de Chicago, asegura que los beneficios de liberar dióxido de azufre en la estratósfera superan ampliamente los riesgos. Sin embargo, las críticas éticas y científicas no tardan en acumularse.

2024-12-14T20:05:00.998Z - Felipe Sarmiento

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La geoingeniería solar es como un analgésico: alivia, pero no cura.

La propuesta de David Keith suena como algo sacado de un capítulo de Black Mirror: liberar cantidades masivas de dióxido de azufre en la estratósfera para reflejar la luz solar y así frenar el calentamiento global. El tipo, un científico de la Universidad de Chicago, está convencido de que el riesgo vale la pena. Pero, claro, no todos están de acuerdo.

Keith insiste en que las probabilidades de que algo salga mal son mínimas en comparación con los beneficios. "Hay riesgos, sí, pero hay muchísima evidencia de que son cuantitativamente pequeños", le dijo al New York Times. Y no es que la idea sea nueva: en 1991, cuando el volcán Pinatubo en Filipinas explotó y liberó toneladas de ceniza y azufre, las temperaturas globales bajaron un grado durante un año. Básicamente, Keith propone imitar ese efecto... pero de forma controlada.

¿Cura o parche?

El problema es que no todos lo ven como una solución. Para muchos, esto es solo un parche —un analgésico, como dice Frank Keutsch, un químico y excolega de Keith— que no ataca la raíz del problema: nuestra adicción a los combustibles fósiles. "Como con cualquier analgésico, vienen los efectos secundarios y, cuando se termina, te enfrentás al 'shock de retirada'", advierte Keutsch.

Las críticas no se quedan ahí. En 2018, cuando Keith planeaba un experimento con polvo mineral sobre Arizona, se armó un quilombo: las tribus indígenas locales lo rechazaron, alegando que era peligroso y éticamente cuestionable. Hasta Greta Thunberg se metió en la discusión, y Harvard, que patrocinaba el proyecto, terminó cancelándolo.

¿Una solución polémica pero inevitable?

A pesar de las críticas, Keith sigue adelante. Para él, el tiempo se agota, y necesitamos alternativas urgentes. Lo dice con entusiasmo: "La gente en posiciones políticas serias está tomando la geoingeniería solar en serio, y eso es emocionante".

Por ahora, su propuesta sigue siendo un tema caliente entre científicos, activistas y gobiernos. ¿Estamos frente a un plan salvador o a un desastre en potencia? Lo único cierto es que jugar a ser dioses del clima tiene riesgos, y quizá lo más sensato sea poner más energía en resolver el problema real antes que seguir parcheándolo.

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