Ciencia

El noveno vuelo de Starship: Avances y contratiempos

SpaceX logró un hito en la reutilización del propulsor Super Heavy, pero el noveno vuelo de Starship terminó con la explosión del Booster 14 y la pérdida de la Starship 35, revelando desafíos en el control de vuelo y el despliegue de carga.

28 de mayo de 2025, 2:04 p. m. - Panchomix

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Starship 35 alcanzó por primera vez una trayectoria suborbital transoceánica.

El último vuelo de Starship, el noveno en su historial, ha dejado un sabor agridulce en SpaceX. A pesar de los avances logrados en comparación con sus predecesores, el resultado final no ha sido el esperado.

El despegue y la explosión

El 27 de mayo, el cohete más alto del mundo, el Super Heavy, despegó con siete minutos de retraso desde Starbase. El despegue fue impecable, con los 33 motores Raptor rugiendo simultáneamente, marcando la primera reutilización de un propulsor Super Heavy.

El Booster 14, que había volado por primera vez en el vuelo 7, fue el protagonista de esta misión. Aunque se restauraron entre misiones, 29 de sus 33 motores Raptor eran de segunda mano. Uno de ellos, el 314, despegó por tercera y última vez, avanzando en el objetivo de reutilización rápida de las dos etapas de Starship.

Sin embargo, el vuelo no transcurrió sin contratiempos. Dos minutos y medio después del despegue, la nave encendió sus seis motores y se separó del propulsor. En esta ocasión, SpaceX probó por primera vez un giro del Super Heavy en una dirección controlada para ahorrar combustible, una maniobra que resultó exitosa.

Pero el Booster 14 inició una secuencia de regreso más agresiva de lo normal, con un ángulo de ataque más elevado. A los seis minutos y medio del despegue, cuando el propulsor debía encender sus motores, explotó en el aire. Aunque una explosión era una posibilidad debido a los experimentos en la maniobra de retorno, representaba el peor escenario en esta fase de vuelo.

El viaje de la Starship 35 y los problemas encontrados

Mientras tanto, la etapa superior del cohete, la nave Starship 35, continuó su viaje, alcanzando por primera vez en tres intentos una trayectoria suborbital que la llevaría del océano Atlántico al océano Índico.

A pesar de romper la racha de fallos de las dos misiones anteriores, la nave acabó fallando de todos modos. Es el tercer prototipo de la segunda generación de Starship que falla.

Uno de los objetivos de este vuelo era el despliegue de ocho maquetas de satélites Starlink de nueva generación. Sin embargo, la prueba no pudo llevarse a cabo porque la compuerta de la bahía de carga, conocida como "dispensador Pez", no se abrió completamente.

Además, Starship perdió el control 30 minutos después del lanzamiento, comenzando a girar de forma incontrolada debido a una fuga en algunos de los sistemas del tanque de combustible. Como resultado, SpaceX tuvo que cancelar otro experimento importante: el reencendido de uno de los motores Raptor en pleno vuelo espacial.

Conclusión

Finalmente, SpaceX perdió el contacto con la Starship 35 durante la reentrada, poniendo fin a una misión con más sombras que luces. La tercera Starship de segunda generación ha terminado como sus dos predecesoras: desintegrándose.

En resumen, a pesar de los avances y las pruebas realizadas, SpaceX aún tiene desafíos significativos que superar en su camino hacia la reutilización rápida y eficiente de sus cohetes.

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