El auge de la viticultura sustentable en Argentina: Claves y desafíos del movimiento
Con un número creciente de bodegas certificadas y prácticas responsables, Argentina se posiciona como líder en viticultura sustentable en la región, afrontando los desafíos del cambio climático y mejorando la calidad de sus vinos.
2024-09-27T13:06:37.668Z - Nicolas Vilar



El movimiento de la viticultura sustentable está en pleno crecimiento en Argentina. En un contexto donde la sostenibilidad ha dejado de ser una simple tendencia para convertirse en una necesidad, las bodegas argentinas están tomando un papel protagónico. Wines of Argentina (WofA), una de las principales entidades que promueve la industria del vino en el país, ha impulsado la certificación de bodegas en sostenibilidad, demostrando el compromiso del sector con el medio ambiente y la producción responsable.
Este enfoque no solo responde a las exigencias del mercado internacional, sino también a la necesidad de preservar los recursos naturales y enfrentar los efectos del cambio climático. El país, que ha visto un notable crecimiento en su mercado vitivinícola, proyecta un ingreso de 2.830 millones de dólares en 2024, y un incremento de casi el 8% hasta 2029, según Statista. En este panorama de expansión, la sostenibilidad se presenta como un factor clave para asegurar el futuro de la industria.
Grupo Avinea: Pioneros en la viticultura sustentable
Una de las bodegas que ha tomado la delantera en este movimiento es Grupo Avinea, reconocido productor de vinos orgánicos en Argentina. Ante los desafíos ambientales actuales, la empresa ha avanzado significativamente en prácticas responsables, desde la viticultura orgánica hasta la gestión eficiente de recursos. Según Andrés Valero, jefe de sostenibilidad del grupo, la producción orgánica no es solo una opción, sino un pilar de su filosofía empresarial.
"Para nosotros, la producción orgánica refleja la pureza de la fruta y el terroir único de cada ubicación", comenta Valero. Sin embargo, aclara que las condiciones climáticas favorables, como la baja pluviosidad y la intensa luz solar, no son suficientes por sí solas. "Es crucial entender el perfil del suelo, seleccionar adecuadamente los portainjertos y aplicar prácticas agroecológicas para lograr una viticultura de precisión en armonía con el medio ambiente", agrega Valero.
La viticultura de precisión: Clave para un futuro sustentable
Juan Pablo Murgia, enólogo jefe de Grupo Avinea, refuerza la importancia de la viticultura de precisión, que se basa en estudiar minuciosamente cada viñedo, respetando la diversidad y características únicas de cada parcela. Este enfoque no solo mejora la calidad de los vinos, sino que también reduce el impacto ambiental, al optimizar el uso de recursos naturales.
"Cuando la filosofía orgánica se fusiona con la ciencia, el resultado es un vino que expresa la autenticidad del terroir", destaca Murgia. Esta filosofía ha llevado a Grupo Avinea a destacarse en la producción de vinos de alta calidad, respetando el entorno natural y mejorando continuamente sus procesos para hacer frente a los desafíos del cambio climático.
Gestión del agua: Un recurso vital en riesgo
Uno de los mayores desafíos para la viticultura sustentable en Argentina es la gestión del agua, especialmente en regiones como Mendoza, donde las precipitaciones son escasas y dependen del agua de los Andes. Para optimizar este recurso, Grupo Avinea ha implementado sistemas de riego por goteo y estaciones meteorológicas que permiten ajustar los planes de riego a las necesidades exactas del viñedo.
"La clave para cualquier proyecto agrícola es el agua", señala Valero, quien destaca que no solo se enfocan en el uso eficiente del agua en el campo, sino también en la reutilización dentro de la bodega. "Hemos implementado un sistema que nos permite reutilizar las aguas residuales de la bodega hasta cinco veces, lo que nos ayuda a regar cinco hectáreas de cultivos sin aumentar el consumo", detalla Valero.
Eficiencia energética y gestión de residuos
Además del agua, la eficiencia energética es otra prioridad para la empresa. Mediante la monitorización en tiempo real del consumo eléctrico y la implementación de medidas de ahorro, Grupo Avinea ha logrado reducir su huella ambiental sin comprometer la productividad. Estas acciones son parte de un plan integral que busca optimizar cada aspecto de la producción vitivinícola.
Uno de los objetivos más ambiciosos de Bodega Argento, una de las marcas de Grupo Avinea, es convertirse en una bodega cero residuos. Actualmente, la bodega ya recicla o reutiliza el 97% de sus desechos, con la meta de alcanzar el 99% en los próximos cinco años. Para lograrlo, están explorando el uso de materiales alternativos y colaborando con organizaciones que mejoren sus flujos de reciclaje.
Un compromiso con la comunidad global
El compromiso de Grupo Avinea no se limita a sus operaciones locales. La empresa es miembro fundador de la Sustainable Wine Roundtable (SWR), una organización internacional que promueve la sostenibilidad en el sector vitivinícola. Esta colaboración ha sido fundamental para establecer estándares y políticas globales que beneficien a toda la industria.
"La cooperación internacional es clave para avanzar hacia un desarrollo verdaderamente sustentable", afirma Valero, quien destaca que iniciativas como la reducción del peso de las botellas y la optimización de los protocolos de sostenibilidad han sido esenciales para mejorar los estándares de producción tanto en Argentina como en otros mercados.
Un futuro prometedor para la viticultura sustentable en Argentina
La historia de Grupo Avinea y su compromiso con la sostenibilidad es un ejemplo de cómo las bodegas argentinas están liderando un cambio hacia prácticas más responsables. Este enfoque no solo responde a la creciente demanda de consumidores más conscientes, sino que también prepara a la industria para enfrentar los desafíos del cambio climático y la escasez de recursos.
Para Andrés Valero, el éxito de la viticultura sustentable radica en empezar de a poco, pero con un objetivo claro. "Es crucial identificar las fortalezas existentes y apoyarse en protocolos establecidos para la región. De esta manera, es posible implementar cambios que, aunque pequeños, tendrán un impacto significativo en el largo plazo", concluye.
Reflexión
La transición hacia una viticultura más sustentable en Argentina es un desafío necesario y estratégico. Las bodegas que lideran este cambio, como Grupo Avinea, no solo están mejorando sus productos, sino que están estableciendo un nuevo estándar para la industria global del vino. En un contexto donde los recursos naturales son cada vez más limitados, la sustentabilidad no es solo una opción, sino el único camino para asegurar el futuro de la viticultura.
Top Stories