Tromen: De una herrería de barrio a líder en calefacción a leña
La transformación de una pequeña herrería en una de las principales fabricantes de salamandras de Argentina, con más de 200 productos y una facturación anual de $13.000 millones.
2024-09-27T12:59:39.452Z - Nicolas Vilar


La historia de Tromen es un testimonio de cómo la visión, la perseverancia y la innovación pueden convertir un pequeño negocio en una empresa líder en su sector. Fundada en 1978 por Mario Remondino, Tromen comenzó como una herrería modesta, donde Remondino fabricaba piezas decorativas de hierro en el balcón del departamento de sus padres. Lo que comenzó como una actividad artesanal pronto se convirtió en un emprendimiento de gran envergadura.
Facundo Cáceres, gerente comercial de la empresa, relata que desde sus inicios, Remondino mostraba una gran habilidad para adquirir los insumos necesarios y fabricar productos a medida. Este enfoque personalizado y su creciente habilidad en la herrería lo llevaron a ampliar su negocio, y para mediados de los '80, ya contaba con un taller de 300 metros cuadrados en San Martín, provincia de Buenos Aires.
La crisis y el nacimiento de una nueva oportunidad
La transformación de Tromen de una herrería tradicional a una de las principales fabricantes de salamandras comenzó a finales de los '90. Con la llegada de Facundo Cáceres a la empresa, se introdujo una mayor organización y se comenzó a trabajar en la expansión. Sin embargo, el mayor punto de inflexión llegó con la crisis económica de 2001. Mientras muchas empresas cerraban, Tromen vio una oportunidad única en el mercado: la fabricación de salamandras para calefacción a leña.
La decisión de comenzar a fabricar salamandras surgió casi por casualidad. En ese momento, importaban estos productos y se plantearon la posibilidad de producirlos localmente. Lo que empezó como una alternativa para superar la crisis pronto se convirtió en el corazón del negocio. Tromen comenzó a producir sus propias salamandras, lo que no solo permitió a la empresa sobrevivir a la crisis, sino también crecer de manera sostenida.
En 2004, la compañía hizo una fuerte apuesta al adquirir un galpón de más de 1.000 metros cuadrados en San Martín, lo que permitió aumentar la producción y satisfacer la creciente demanda. Desde entonces, Tromen no ha parado de crecer, convirtiéndose en un referente en el sector de calefacción a leña en Argentina.
Innovación, expansión y diversificación
El crecimiento de Tromen no solo fue el resultado de adaptarse a las circunstancias, sino también de una apuesta constante por la innovación. A lo largo de los años, invirtieron en maquinaria de alta tecnología, lo que les permitió ofrecer productos de calidad superior y diversificar su oferta. En lugar de depender únicamente de la producción de salamandras, Tromen amplió su gama de productos, introduciendo líneas de parrillas y hornos bajo la marca Gourmet, así como accesorios para el hogar.
Uno de los factores clave en el éxito de la empresa ha sido su enfoque en la diversificación de productos. Al lanzar líneas que no están ligadas a la estacionalidad, como las parrillas y los accesorios gourmet, Tromen ha logrado mantener un flujo constante de ingresos durante todo el año. Esto, combinado con una fuerte inversión en marketing y el desarrollo de un sólido servicio de postventa, ha consolidado su posición como una de las marcas más reconocidas del sector.
Un equipo familiar con visión de futuro
A día de hoy, la empresa sigue siendo gestionada por la familia Remondino. Mario Remondino, el fundador, sigue activo en la toma de decisiones estratégicas, mientras que su hijo, Mariano Remondino, se encarga de la gestión diaria de la compañía. Juntos, han liderado la expansión de la empresa y su profesionalización, sin perder la esencia que caracteriza a Tromen: un enfoque cercano y personalizado.
Este liderazgo familiar ha sido fundamental para mantener el "músculo pyme" de la empresa, algo que consideran clave para seguir siendo ágiles y adaptables en un mercado que cambia constantemente. Según Facundo Cáceres, parte del éxito de Tromen reside en "tener gente en el equipo que mire el árbol, para que otros puedan mirar el bosque". Este enfoque estratégico les ha permitido mantenerse un paso adelante y anticipar las necesidades del mercado.
Desafíos del mercado y apuesta por la exportación
En un contexto económico tan volátil como el argentino, Tromen ha demostrado una gran capacidad para adaptarse a los desafíos. Uno de los mayores retos recientes ha sido el aumento en las tarifas de gas y electricidad, lo que ha disparado la demanda de alternativas como la calefacción a leña. Esto ha obligado a la empresa a ajustar su producción y logística para poder satisfacer la demanda creciente, especialmente en los productos más accesibles para los consumidores.
A pesar de las dificultades, Tromen ha logrado mantener una presencia internacional sólida. Exportan cerca del 5% de su producción a mercados como Uruguay, Costa Rica, Estados Unidos, Canadá y España. Sin embargo, la empresa tiene planes ambiciosos para aumentar esta cifra al 15% en los próximos dos años. Con la apertura de nuevos mercados y la búsqueda de proveedores internacionales que ofrezcan insumos de mejor calidad, Tromen está decidida a ampliar su presencia global.
Proyectos a futuro y lanzamientos
El futuro de Tromen se perfila tan prometedor como su pasado. En los últimos años, la empresa ha lanzado una nueva línea de salamandras, "Austral" y "Pehuén", diseñadas para ser accesibles en términos de precio sin sacrificar la calidad. También están trabajando en una serie de nuevas parrillas y accesorios gourmet que planean lanzar próximamente.
De cara al futuro, Tromen se plantea continuar innovando y mejorando sus productos, manteniendo siempre la calidad que los ha caracterizado desde sus inicios. En palabras de Facundo Cáceres, "nuestra misión es continuar ofreciendo productos de alta calidad, que satisfagan una necesidad puntual, que sean accesibles para todos y que ofrezcan valor agregado".
Reflexión
La historia de Tromen es un ejemplo de cómo una empresa familiar puede transformarse en un líder de su sector a través de la innovación, la diversificación y la capacidad de adaptarse a los desafíos. Desde un pequeño taller en un balcón hasta una planta industrial que exporta a más de 15 países, Tromen ha demostrado que, con perseverancia y visión, se puede llegar muy lejos. Hoy, su desafío es seguir creciendo sin perder la esencia que los ha convertido en una de las marcas más queridas por los argentinos.
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