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Meta suspende cuentas de Threads que rastrean jets privados, incluida ElonJet

Meta ha suspendido en Threads y Instagram las cuentas dedicadas al rastreo de jets privados, como la famosa ElonJet, citando preocupaciones de privacidad. Esto reaviva el debate sobre el acceso público a la información de vuelos de celebridades.

2024-10-22T14:31:27.220Z - Felipe Sarmiento

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Meta suspendió las cuentas por rastrear jets privados, priorizando la privacidad de los usuarios.

Meta ha tomado una decisión que podría cambiar las reglas del juego en cuanto al rastreo de vuelos privados de celebridades. La red social Threads, propiedad de Meta, ha suspendido varias cuentas que se dedicaban a publicar información de jets privados, incluyendo la famosa cuenta ElonJet, que rastreaba los movimientos del avión privado de Elon Musk. Esta medida también afecta a Instagram, donde varias de estas cuentas habían ganado popularidad.

El creador de ElonJet, Jack Sweeney, utilizaba datos públicos de rastreo de vuelos para informar sobre el paradero de celebridades y multimillonarios, lo que desató debates sobre los límites entre el derecho a la información pública y la privacidad de las figuras públicas. A pesar de que este tipo de datos es técnicamente accesible, Meta ha optado por tomar una posición en favor de la privacidad, bloqueando estas cuentas bajo el argumento de que las publicaciones pueden poner en riesgo la seguridad personal de los involucrados.

La suspensión de estas cuentas recuerda la controversia que se generó en X (anteriormente Twitter) cuando la misma cuenta fue bloqueada poco después de que Elon Musk tomara control de la plataforma. Aunque algunos usuarios consideran que el rastreo de jets privados es información de interés público, otros argumentan que podría violar la privacidad de individuos que, a pesar de su fama, merecen protección en sus movimientos privados.

Con esta decisión, Meta parece alinearse con las preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad, priorizando la protección de datos sensibles que podrían ser mal utilizados. No obstante, la discusión sigue abierta, especialmente en un mundo cada vez más interconectado, donde el acceso a la información pública choca con la necesidad de privacidad individual.

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