Inteligencia artificial, EV y cripto: Trump y sus posibles impactos en el futuro tech
Con su regreso a la presidencia, Trump podría implementar cambios cruciales para la inteligencia artificial, los vehículos eléctricos y la regulación de cripto. Desde el futuro de las redes sociales hasta el rol de Elon Musk en la administración, su gobierno traerá nuevos desafíos e incertidumbres para la tecnología.
8 de noviembre de 2024, 8:26 p. m. - Felipe Sarmiento

Trump promete menos restricciones y más libertades para la inteligencia artificial, la criptoindustria y sus aliados en la tecnología
La llegada de Donald Trump a la presidencia en 2025 podría transformar radicalmente el panorama tecnológico en Estados Unidos. Si bien el mandatario tuvo un acercamiento inicialmente cordial con la industria en su primer mandato, sus conflictos con figuras como Mark Zuckerberg y su deseo de reformar la administración auguran cambios intensos en áreas clave como la inteligencia artificial (IA), criptomonedas, tecnología automotriz y contenido digital. Con sus decisiones, la administración podría abrir puertas a un marco regulatorio más permisivo o a enfoques más estrictos, dependiendo de cómo Trump y su círculo vean la conveniencia de cada caso.
Inteligencia artificial: innovación sin restricciones
En el área de IA, Trump parece inclinarse hacia un enfoque menos restrictivo en comparación con la administración Biden, que había impuesto controles para reducir el sesgo y la discriminación en aplicaciones de IA, sobre todo en áreas como la justicia y el acceso a vivienda. La postura de Trump sugiere que pondrá fin a estas limitaciones, enfocándose en apoyar la libertad de desarrollo de la IA sin grandes regulaciones.
Este contexto crea una oportunidad para Elon Musk, quien ha expresado opiniones críticas sobre el desarrollo de IA y podría influir en las políticas del presidente. Musk, que administra su propia empresa de IA, xAI, podría encontrar en este marco una posibilidad para avanzar en su agenda de IA segura y autónoma. Su cercanía con Trump y su enfoque en "riesgos existenciales" para la humanidad podrían empujar a que el gobierno promueva investigaciones alineadas a sus ideas y minimice el control en temas de discriminación.
Antimonopolio: conflictos de interés en grandes tecnológicas
En materia de antimonopolio, Trump ya ha mostrado intenciones de aplicar la ley de forma subjetiva, con acciones contra empresas que no comparten su visión. Esto podría suponer una lucha frontal contra compañías que lo critiquen abiertamente o que se opongan a sus políticas. Aun así, expertos creen que la presión sobre gigantes tecnológicos como Google, Meta y Amazon continuará, pero con opciones más moderadas de resolución, dependiendo de la situación particular.
Aunque hay quienes argumentan que el retorno de Trump podría aliviar la regulación antimonopolio, también es posible que los beneficios solo se apliquen a empresas que demuestren lealtad a la administración.
Criptomonedas: un impulso para la industria
En criptomonedas, Trump ha dado señales claras de apoyo a la industria. En un discurso reciente, expresó su deseo de convertir a EE. UU. en una “potencia en Bitcoin”, lo que indicaría un marco regulador favorable y una retirada del presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), Gary Gensler, visto por muchos como un obstáculo para el crecimiento de la industria. Así, se espera que la administración de Trump impulse políticas para evitar obstáculos regulatorios, fomentando un ambiente que permita el crecimiento de startups y nuevas tecnologías en blockchain.
Vehículos eléctricos y el dilema de Tesla
Aunque Trump ha mostrado escepticismo en cuanto a los subsidios para vehículos eléctricos (EV), podría enfrentarse a un dilema en relación a su alianza con Elon Musk, cuyo negocio depende en gran medida de políticas favorables para la industria de los EV. Sin embargo, analistas sugieren que Tesla podría adaptarse incluso sin subsidios, debido a su alcance y escalabilidad. Aun así, existe el riesgo de que Trump termine apoyando incentivos que favorezcan más a la industria automotriz tradicional.
Política comercial y aranceles: un posible conflicto con China
El comercio con China fue un tema central en el primer mandato de Trump, y los aranceles sobre productos chinos podrían volver, lo que afectaría profundamente a la industria tecnológica que depende de componentes y producción en dicho país. Trump ha mencionado que los aranceles podrían alcanzar entre el 60% y 100% de los costos, lo cual encarecería significativamente productos tecnológicos importados. Apple, Tesla y otras empresas con producción en China podrían presionar para suavizar estas políticas.
Neutralidad de la red: el final del acceso libre
En cuanto a la neutralidad de la red, las probabilidades de que Trump elimine este derecho son altas. Su administración prevé cambios significativos en la política de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y podría permitir que los proveedores de internet ofrezcan servicios más restrictivos. Esto no solo afectaría la velocidad y el acceso a internet para muchos usuarios, sino que también podría impactar los modelos de negocio de plataformas que dependen de un acceso abierto y libre.
Moderación de contenido: un cambio hacia la regulación de las redes sociales
La moderación de contenido también será un tema sensible. Trump y su equipo han sido críticos de la "censura" en redes sociales y buscarán limitar las capacidades de plataformas como Meta y X para moderar el contenido político o socialmente sensible. Esto podría traducirse en cambios en la Sección 230, que protege a las plataformas de la responsabilidad por el contenido de los usuarios. Con un enfoque menos restrictivo, estas plataformas podrían encontrarse bajo presión para favorecer ciertos discursos.
Conclusión: una administración con riesgos y oportunidades para la tecnología
Un segundo mandato de Trump trae consigo una mezcla de oportunidades y desafíos para la industria tecnológica. Mientras que sectores como la IA y la criptoindustria podrían recibir un impulso sin precedentes, las tensiones comerciales, la pérdida de neutralidad en la red y la incertidumbre en políticas medioambientales podrían representar un obstáculo para la innovación y la sostenibilidad de las tecnologías emergentes. En definitiva, la tecnología enfrentará un entorno dinámico e incierto, donde las decisiones de la administración podrían definir el camino de las próximas décadas.
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