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El día que Trump dedicó 39 minutos a su playlist de Spotify en un mitin

En un extraño giro durante un mitin en Pensilvania, el expresidente Donald Trump dejó de lado los discursos para reproducir su lista de reproducción de Spotify, dejando atónitos a seguidores y críticos por igual.

2024-11-26T17:12:02.039Z - Felipe Sarmiento

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"¿Quién quiere escuchar preguntas, verdad?"

El 14 de octubre de 2024, durante un mitin en Oaks, Pensilvania, Donald Trump decidió que la política podía esperar. En lugar de abordar preguntas sobre la economía o explayarse sobre sus propuestas, el expresidente optó por dedicar 39 minutos del evento a escuchar su lista de reproducción de Spotify frente a una multitud desconcertada.

La jornada comenzó como cualquier otro mitin político, con Trump abordando temas habituales y saludando a sus fieles seguidores. Sin embargo, todo cambió cuando enfrentó dificultades para responder preguntas económicas y, para añadir al caos, dos asistentes sufrieron emergencias médicas. Fue entonces cuando Trump hizo una pausa y, con su característico estilo desenfadado, declaró: "¿Quién quiere escuchar preguntas, verdad?"

Acto seguido, pidió que se reprodujera "Ave Maria" y así dio inicio a un interludio musical de 39 minutos. La lista incluyó éxitos como "Nothing Compares 2 U" de Sinéad O'Connor, el infaltable "Y.M.C.A." de Village People y una emotiva interpretación de "Hallelujah" por Rufus Wainwright. Trump, visiblemente disfrutando del momento, se balanceaba al ritmo de la música, mientras algunos asistentes permanecían inmóviles y otros abandonaban el lugar con caras de desconcierto.

Si bien la reacción del público fue mixta, la respuesta mediática no tardó en llegar. Muchos calificaron el evento como una muestra de la imprevisibilidad de Trump, mientras que otros cuestionaron su estado de ánimo y su capacidad para manejar eventos públicos. Por su parte, su equipo de comunicación defendió el acto, calificándolo como un "total lovefest" en el que los presentes "disfrutaron cada minuto".

Más allá de las críticas y las defensas, este episodio se suma a la larga lista de momentos memorables que caracterizan la relación de Trump con sus seguidores y con los medios. Este inusual evento no solo difuminó aún más las líneas entre la política y el entretenimiento, sino que también dejó una pregunta en el aire: ¿es este el futuro de los mítines políticos, donde el carisma supera al contenido?

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