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Renta básica universal: el estudio de Sam Altman que desafía los argumentos en su contra

El estudio más grande sobre renta básica universal, financiado por Sam Altman, revela que los beneficiarios no pierden el interés por el trabajo y brinda lecciones clave para futuros programas.

2024-12-05T19:30:18.668Z - Felipe Sarmiento

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"La renta básica puede proporcionar estabilidad económica sin alterar el valor intrínseco del trabajo para los beneficiarios."

La renta básica universal, una propuesta controvertida pero prometedora, ha sido objeto de debate durante años. Ahora, gracias al mayor experimento realizado hasta la fecha, financiado por el cofundador de OpenAI, Sam Altman, contamos con evidencia que desafía los principales argumentos en contra de esta medida.

El experimento más ambicioso

Desde 2019, la organización OpenResearch, liderada por la investigadora Elizabeth Rhodes, ha llevado a cabo un ambicioso estudio en Texas e Illinois con 3.000 participantes. Un tercio de ellos recibió 1.000 dólares mensuales sin condiciones durante tres años, mientras que el resto recibió solo 50 dólares mensuales como grupo de control.

El proyecto, que distribuyó 45 millones de dólares (14 millones provenientes directamente de Altman), se centró en hogares con ingresos inferiores a 28.000 dólares anuales. Los resultados iniciales, publicados en julio, destacaron un aumento promedio de 310 dólares mensuales en el gasto de los beneficiarios, principalmente en alimentos, alquiler y transporte. Además, estas personas demostraron un mayor apoyo a otras personas necesitadas.

Sin embargo, los efectos sobre la salud física y mental fueron limitados, y las mejoras en áreas como el estrés y la inseguridad alimentaria se desvanecieron tras el primer año. Esto subraya que el dinero, por sí solo, no puede solucionar problemas estructurales como el acceso a la vivienda o la atención médica asequible.

Los nuevos hallazgos: el trabajo no pierde su valor

La novedad más interesante del informe reciente es que los beneficiarios valoraron más el trabajo después de recibir los pagos recurrentes. Este hallazgo contradice el argumento más común en contra de la renta básica: que desincentiva a las personas a trabajar.

Cambios en la percepción laboral

Los datos muestran que los participantes desarrollaron un mayor sentido del valor intrínseco del trabajo. Según Rhodes, "Es más probable que las personas busquen empleo y soliciten puestos de trabajo." Aunque se registró un leve aumento en el desempleo entre los beneficiarios, este no parece estar relacionado con una disminución del deseo de trabajar, sino con factores externos como las condiciones económicas locales.

Sin cambios en opiniones políticas

En cuanto a las posturas políticas, el experimento reveló que los pagos no afectaron significativamente las opiniones sobre la renta básica. Las personas que inicialmente apoyaban la medida siguieron haciéndolo, mientras que quienes estaban en contra no cambiaron de opinión. Este dato subraya la estabilidad de las creencias políticas, incluso frente a experiencias directas de políticas innovadoras.

Lecciones para futuros programas

David Broockman, coautor del estudio, sugiere que la transparencia y visibilidad serán esenciales para implementar programas gubernamentales de renta básica. En palabras de Broockman, “El gobierno a menudo gasta dinero de formas que las personas no perciben como gasto gubernamental.” Hacer visible el impacto directo de estas medidas podría fortalecer su aceptación pública.

Además, el experimento deja claro que para maximizar los beneficios de la renta básica, esta debe ir acompañada de políticas complementarias, como acceso a servicios sociales, cuidado infantil y vivienda asequible. La implementación aislada de la medida, aunque valiosa, tiene limitaciones frente a problemas más complejos y estructurales.

El impacto del experimento en el debate global

El experimento financiado por Altman ofrece evidencia sólida tanto para defensores como para críticos de la renta básica. Si bien no confirmó los peores temores —que la renta básica promueve la pereza—, tampoco cumplió con las expectativas más optimistas de sus defensores. Sin embargo, su capacidad para proporcionar estabilidad económica sin erosionar las éticas laborales es un avance significativo en el debate global.

Desafíos pendientes

La sostenibilidad a largo plazo de la renta básica sigue siendo un punto crítico. Para que este tipo de programas se adopten ampliamente, será necesario abordar cuestiones clave como:

Financiación sostenible: ¿De dónde saldrá el dinero para mantener una renta básica universal?

Equidad: ¿Cómo garantizar que los recursos se distribuyan de manera justa?

Percepción pública: Superar las barreras culturales y políticas asociadas con esta medida.

Conclusión: un paso importante hacia el futuro

El estudio de OpenResearch demuestra que una renta básica puede mejorar la estabilidad económica de los beneficiarios sin alterar drásticamente su ética de trabajo. Aunque los resultados no ofrecen soluciones definitivas, sí brindan una base sólida para el diseño de futuros programas que aborden desafíos estructurales.

En última instancia, la renta básica no es una solución mágica, pero representa una herramienta poderosa para repensar el papel del trabajo y la seguridad económica en un mundo en constante cambio.

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