El auge y caída de Blackberry: una historia de innovación y resistencia al cambio

Antes de la era de los smartphones, dos marcas dominaban el mercado global de teléfonos móviles: Nokia y Blackberry. Esta última, con su confiable teclado QWERTY y tecnología de punta, era sinónimo de calidad y estatus.

El apogeo de Blackberry

No sólo las personalidades públicas poseían un Blackberry, sino que su uso en el ámbito empresarial era prácticamente obligatorio en ciertos niveles. Además, la compañía logró que sus modelos fueran codiciados por el público en general. En este contexto, se destacaba un modelo en particular: el Blackberry Pearl 8100. Era algo similar a lo que sucede actualmente con el iPhone, pero tener un Blackberry no sólo era para ostentar, sino que también permitía acceder a un servicio de mensajería instantánea gratuita entre sus usuarios.

En una época en la que los mensajes de texto aún costaban dinero y no eran tan inmediatos como un chat, Blackberry Messenger se consolidó como una especie de Messenger de Microsoft para comunicarse con amigos y familiares. En 2009, todos querían tener un móvil Blackberry y la marca dominó el mercado con casi un 21% de cuota.

La caída de Blackberry

Sin embargo, nada es eterno y, cuando el iPhone y los móviles Android comenzaron a popularizarse, las ventas de Blackberry cayeron estrepitosamente. El motivo de su éxito, ese teclado físico, había perdido su utilidad y la marca intentó aferrarse a él sin éxito, incluso probando alternativas híbridas y sistemas como BlackBerry 10 para competir contra Android. Spoiler: no funcionó.

Y eso es sólo la punta del iceberg de la historia de Blackberry, una historia que mi colega Ana Boria narra a la perfección en el vídeo que encabeza este artículo, con la tormenta perfecta que llevó a la caída de la mítica Blackberry.

El legado de Blackberry

Es curioso porque, muchos años después y ya en 2025, hay usuarios que siguen recordando con cariño los tiempos de aquella Blackberry innovadora y, sobre todo, su teclado y touchpad que la diferenciaban de la competencia. Desde mi perspectiva, como alguien que nunca tuvo un Blackberry, sólo puedo decir que es triste repasar la historia de una compañía que, evidentemente, fue sepultada por un progreso que no supo anticipar ni adaptarse.

Aunque, bueno, no es como tantas otras empresas que desaparecieron sin dejar rastro. A pesar de que sus intentos por volver al segmento móvil no funcionaron, al menos lograron reinventarse en otros campos. Y parece que no les va nada mal.