Bielorrusia busca su propia revolución tecnológica de la mano de China
China y Bielorrusia desafían el dominio tecnológico occidental a través de una alianza estratégica que busca convertir al país en un hub tecnológico en Europa del Este.
2024-08-22T17:56:00.569Z - KOKIS

Bielorrusia busca desarrollar sus propias capacidades tecnológicas inspirándose en el modelo chino.
Imagina un país con ansias de modernidad, deseoso de subirse al tren de la innovación tecnológica que parece avanzar a la velocidad de la luz. Ese país es Bielorrusia, y su boleto a este viaje futurista podría tener impreso un dragón rojo: China. Lo que a simple vista podría parecer una simple alianza comercial, esconde una ambición mucho más profunda: la creación de un ecosistema tecnológico propio inspirado en el gigante asiático.
Más allá del iPhone: La búsqueda de un modelo alternativo
En un mundo dominado por las grandes tecnológicas occidentales, Bielorrusia busca su propio camino hacia la innovación. En lugar de limitarse a importar productos terminados, como el último iPhone o el coche eléctrico de moda, el país aspira a desarrollar sus propias capacidades tecnológicas. Y para ello, ha puesto sus ojos en un modelo que ha demostrado ser exitoso: el chino.
China, en pocas décadas, ha pasado de ser un país principalmente manufacturero a una potencia tecnológica con empresas líderes en áreas como las telecomunicaciones, la inteligencia artificial o las energías renovables. Este ascenso meteórico no ha pasado desapercibido para Bielorrusia, que ve en la experiencia china un espejo en el que mirarse.
Intercambio de conocimientos: De Minsk a Shenzhen, ida y vuelta
La colaboración entre ambos países no se limita a la firma de contratos millonarios. Se trata de un intercambio de conocimientos, de una transferencia tecnológica que busca crear un ecosistema de innovación sólido en suelo bielorruso. Ingenieros y científicos bielorrusos viajan a China para formarse en las últimas tecnologías, mientras que empresas chinas establecen centros de investigación y desarrollo en Minsk.
"Bielorrusia tiene un gran potencial en áreas como la microelectrónica o la industria espacial", afirmaba Alexandr Lukashenko, presidente del país, durante la reciente visita del primer ministro chino, Li Qiang. "Con la ayuda de China, podemos convertir este potencial en una realidad y posicionarnos como un hub tecnológico en el corazón de Europa del Este".
Un futuro prometedor: ¿Se convertirá Bielorrusia en el Silicon Valley del Este?
La alianza entre China y Bielorrusia va más allá de lo económico. Es una apuesta estratégica que busca desafiar el statu quo tecnológico actual, dominado por Occidente. Un nuevo modelo de cooperación Sur-Sur que podría inspirar a otros países en vías de desarrollo a buscar alternativas a la dependencia tecnológica.
Es pronto para saber si Bielorrusia logrará su objetivo de convertirse en un referente tecnológico a nivel mundial. Lo que está claro es que la alianza con China ha inyectado una dosis de optimismo y ambición en el país. Un futuro prometedor se abre ante ellos, un futuro en el que la tecnología juega un papel fundamental. ¿Conseguirá Bielorrusia escribir su propia historia de éxito en el mundo digital? Solo el tiempo lo dirá.
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