Tecnologia

La inteligencia artificial que podría ayudar a detectar depresión con la cámara del smartphone

La inteligencia artificial está avanzando hacia la detección de estados emocionales complejos como la depresión mediante herramientas no invasivas en los smartphones. Aplicaciones como PupilSense y FacePsy analizan movimientos oculares y expresiones faciales para detectar síntomas de depresión, prometiendo un futuro con diagnósticos accesibles y discretos.

2024-10-25T16:31:01.389Z - Felipe Sarmiento

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Tu teléfono podría ser clave para detectar síntomas de depresión con solo mirarte.

La salud mental es un tema crítico en la era moderna, y la tecnología actual está desarrollando soluciones innovadoras para enfrentar el reto de detectarla tempranamente. Las nuevas aplicaciones impulsadas por inteligencia artificial, como PupilSense y FacePsy, analizan en tiempo real ciertos movimientos y reacciones de los ojos y expresiones faciales para identificar síntomas de depresión en personas que pueden no reportarlos.

¿Cómo funciona esta tecnología? A través de la cámara del teléfono, estas aplicaciones capturan datos cuando el usuario desbloquea su dispositivo o usa ciertas apps. PupilSense, por ejemplo, mide el reflejo pupilar, identificando alteraciones con un 76% de precisión, mientras que FacePsy se enfoca en el análisis de expresiones faciales y movimientos de cabeza, que según los estudios también revelan señales de depresión. Incluso comportamientos como sonreír demasiado o reducir la movilidad facial pueden ser indicios de un estado emocional bajo.

La utilidad de estos sistemas radica en que su carácter no invasivo y accesible puede transformar el diagnóstico temprano, ya que muchos usuarios de smartphones en todo el mundo podrían beneficiarse de una herramienta de autoevaluación discreta y útil para alertarles sobre su estado emocional.

Aunque prometedoras, estas tecnologías aún están en desarrollo y plantean varios desafíos éticos y técnicos, como la privacidad de los datos recolectados y la precisión de los diagnósticos en diferentes contextos y tipos de población. Sin embargo, su avance genera grandes expectativas en el ámbito de la psiquiatría digital, que podría ampliar el alcance y la efectividad de la atención en salud mental.

Nos encontramos en una encrucijada entre la tecnología y la salud mental, donde la inteligencia artificial no solo observa, sino que podría ayudarnos a entender nuestras emociones y comportamientos. Esta simbiosis entre el ser humano y el dispositivo abre preguntas éticas y prácticas sobre hasta dónde podemos permitir que la tecnología entre en nuestro espacio personal en pos de una salud emocional más accesible y transparente.

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