Proponen a Elon Musk como asesor especial en inteligencia artificial de Donald Trump.
Elon Musk, CEO de Tesla y líder en innovación tecnológica, podría convertirse en el principal asesor de inteligencia artificial del presidente Trump si la nueva campaña de la organización Americans for Responsible Innovation logra su objetivo. Con esta movida, buscan asegurar la influencia de Musk en las decisiones estratégicas de IA en EE.UU., pero no sin despertar polémicas por sus intereses comerciales.
11 de noviembre de 2024, 2:26 p. m. - Felipe Sarmiento

La visión de Musk en IA podría moldear la política tecnológica de Estados Unidos, pero también plantea dilemas éticos por sus intereses personales.
La IA de Estados Unidos en manos de Elon Musk: ¿una medida necesaria o peligrosa?
"Con la combinación de su experiencia técnica y visión de seguridad, Elon Musk podría ser clave para el futuro de la IA en EE.UU."
La reciente elección de Donald Trump como presidente ha generado una ola de propuestas para definir la dirección de sus políticas tecnológicas. Entre ellas, una que destaca por su envergadura: un grupo de expertos en IA, liderado por la organización Americans for Responsible Innovation (ARI), ha lanzado una petición para nombrar a Elon Musk como asesor especial en inteligencia artificial. Argumentan que su conocimiento en el campo, junto a su postura cautelosa hacia el desarrollo acelerado de esta tecnología, lo convierten en el candidato ideal para asesorar al gobierno estadounidense en esta área estratégica.
Musk y la IA: un historial de idas y vueltas
La relación de Musk con la inteligencia artificial es compleja. Como cofundador de OpenAI, Musk ayudó a establecer una de las primeras iniciativas de investigación abierta en IA. Sin embargo, con el paso de los años, se distanció de la organización y se volvió uno de sus mayores críticos, sobre todo tras el lanzamiento de ChatGPT. Musk incluso firmó un llamado para suspender el desarrollo de modelos generativos avanzados, citando la necesidad de asegurar que la tecnología sea desplegada de forma segura y con las debidas salvaguardias.
La petición de ARI, liderada por el exrepresentante demócrata Brad Carson, enfatiza que Musk, aunque ha tenido conflictos de interés, podría traer una perspectiva única al gobierno estadounidense. Según David Robusto, analista de políticas en ARI, Musk sería “una figura clave para liderar una IA segura”, debido a sus llamados anteriores a la moderación en el desarrollo de esta tecnología y su respaldo a legislaciones de seguridad en IA, como la polémica y finalmente vetada SB 1047 de California.
Entre la IA y la política: ¿Puede Musk separar sus intereses?
Aunque el objetivo de ARI es reunir 10.000 firmas de apoyo, no son pocas las voces que cuestionan si el rol de Musk sería realmente imparcial. Con su propio proyecto en IA, xAI, Musk compite directamente con OpenAI y otros gigantes del sector. No obstante, Robusto sugiere que este conflicto de intereses podría ser manejado mediante “mecanismos apropiados” para asegurar que Musk actué en función de los intereses nacionales.
Robusto argumenta que, aunque Musk no ha detallado cuáles serían sus recomendaciones para regular la IA, sí ha propuesto la creación de una agencia dedicada a la seguridad de IA. En su rol, se espera que Musk pueda proponer un marco que combine crecimiento e innovación con una sólida perspectiva de responsabilidad social.
¿Un "Departamento de Eficiencia" liderado por Musk?
A su vez, la relación entre Trump y Musk es cada vez más cercana, tanto que Musk ha planteado la creación de un "Departamento de Eficiencia Gubernamental" (DOGE) en el que actuaría como líder. El objetivo de esta entidad sería reducir la burocracia y “optimizar” el funcionamiento del aparato estatal, una tarea titánica en la que Musk, como empresario e ingeniero, se siente confiado.
Al respecto, Robusto sostiene que en este rol Musk podría jugar un papel en la IA de manera indirecta, supervisando departamentos como el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), que actualmente establece normativas para el uso seguro de IA en el país. Robusto incluso sugiere que, ante posibles recortes, el gobierno podría recurrir a herramientas de IA para suplir el trabajo de los funcionarios afectados, un punto que genera preocupación y esperanza a partes iguales.
Un liderazgo controversial que podría marcar el rumbo de la IA
Con los desafíos que trae la inteligencia artificial, la necesidad de figuras expertas que guíen una política balanceada y segura es evidente. No obstante, la figura de Musk, un empresario que ya está involucrado en el desarrollo de IA y que tiene fuertes intereses comerciales en el sector, representa un riesgo potencial de sesgo y conflicto de interés. Con esta propuesta, ARI apuesta a que su “visión de seguridad” puede ser un activo en la administración de Trump.
Si bien aún falta para ver si Trump aceptará esta recomendación, lo cierto es que el debate sobre la regulación y seguridad en IA continuará ganando fuerza. Sea Musk o no el elegido, el papel de Estados Unidos en la industria global de IA dependerá de decisiones y enfoques sólidos que equilibren el avance tecnológico con la ética y seguridad para el público. Como una tecnología transformadora, la IA requiere de liderazgo responsable que marque el camino correcto en medio de los intereses políticos y económicos que se cruzan en el horizonte.
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