Tecnologia

Trump podría perjudicar a los autos eléctricos, pero beneficiar a Tesla

Con Trump en la presidencia y Elon Musk en un rol clave dentro de su administración, el futuro de los autos eléctricos en EE. UU. podría verse gravemente afectado. Sin embargo, Tesla, la compañía de Musk, podría beneficiarse en este nuevo escenario político.

2024-11-15T16:24:49.298Z - Felipe Sarmiento

photo

"El apoyo de Musk a Trump podría tener un impacto contradictorio: un golpe al mercado de autos eléctricos y un impulso estratégico para Tesla."

Un segundo mandato de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos podría tener consecuencias significativas para la industria de los autos eléctricos (EV). Sin embargo, en un giro interesante, Tesla —la empresa de Elon Musk— podría encontrar ventajas en este escenario, especialmente ahora que Musk ha establecido una relación cercana con el nuevo gobierno y hasta ha obtenido un papel influyente como asesor de Trump.

¿Por qué Musk apoya a Trump?

Durante la campaña de 2024, Elon Musk invirtió millones de dólares en apoyo a Trump, utilizó su plataforma X (anteriormente Twitter) para promoverlo, e incluso ha estado asesorando en temas de eficiencia gubernamental a través de la recientemente anunciada "Oficina de Eficiencia Gubernamental", junto al excandidato Vivek Ramaswamy. Este rol coloca a Musk en una posición privilegiada para influir en decisiones clave de la administración Trump, que podrían impactar la estructura del gobierno y, potencialmente, beneficiar a Tesla.

Sin embargo, el dilema para Musk es evidente: mientras que Tesla y el propio Musk han abogado por la transición hacia la movilidad eléctrica y la lucha contra el cambio climático, la política de Trump se ha centrado en desregular y reducir los compromisos ambientales. Musk, al parecer, está dispuesto a arriesgar la agenda de los autos eléctricos en general, siempre y cuando Tesla se mantenga en una posición ventajosa.

¿Qué significaría un mandato de Trump para los autos eléctricos?

La industria de autos eléctricos ha recibido miles de millones en incentivos del gobierno de Biden, destinados a acelerar la transición hacia tecnologías limpias. Un mandato de Trump podría revertir esta tendencia, aplicando políticas que ralenticen o eliminen los beneficios para el mercado de autos eléctricos, lo cual afectaría a fabricantes nacionales como Ford, General Motors, y al propio Tesla. Sin embargo, Musk parece apostar a que su relación con Trump permitirá a Tesla conservar algunas ventajas y proteger su posición, mientras otras empresas podrían quedar desprotegidas.

Con Trump al mando, existe el riesgo de que se recorten los incentivos para EV y se promueva nuevamente el uso de combustibles fósiles, lo que impactaría no solo a Tesla, sino a toda la industria. Además, el plan de aranceles de Trump podría afectar a los fabricantes de EV chinos, limitando sus ventas en el mercado estadounidense y dando una ventaja competitiva a Tesla.

¿Tesla saldrá ganando?

Tesla, como líder del mercado de autos eléctricos, enfrenta un desafío: su éxito a largo plazo depende de que la tecnología EV continúe avanzando, algo que un gobierno anti-regulación ambiental podría frenar. Sin embargo, si Musk logra negociar excepciones o ventajas específicas para Tesla, la compañía podría mantenerse a flote e incluso capitalizar las dificultades de la competencia.

La estrategia de Musk podría llevar a Tesla a un liderazgo indiscutible en el mercado estadounidense, si logra asegurar la implementación de normas favorables y reducir el peso de la competencia, especialmente de fabricantes extranjeros. De cualquier forma, el vínculo de Musk con Trump sugiere que está dispuesto a sacrificar la agenda ambiental siempre y cuando Tesla conserve sus oportunidades de expansión y beneficios.

El regreso de Trump a la presidencia y el rol de Musk en su administración podrían dar forma a un nuevo escenario en la industria automotriz y la política ambiental de EE. UU. Aunque esta alianza plantea contradicciones, parece claro que Musk está dispuesto a hacer lo necesario para proteger el dominio de Tesla, incluso si eso significa contradecir su postura sobre la sostenibilidad. La gran incógnita es si esta estrategia permitirá a Tesla continuar liderando el mercado en medio de un panorama que, por primera vez en años, podría frenar el impulso de la movilidad eléctrica en Estados Unidos.

Top Stories