La polémica de UnitedHealthcare que terminó en tragedia

UnitedHealthcare, la mayor aseguradora de salud de Estados Unidos, está bajo un intenso escrutinio público tras una demanda que acusa a la empresa de utilizar un algoritmo defectuoso para denegar servicios médicos esenciales. El caso, que podría sentar precedentes en la regulación de inteligencia artificial (IA) en la salud, tomó un giro aún más oscuro con el asesinato de su CEO, Brian Thompson, en Nueva York.

Todo comenzó con la implementación del algoritmo nH Predict, diseñado para evaluar la necesidad de tratamientos médicos en pacientes mayores. Según la demanda presentada en noviembre de 2023, este sistema tenía una alarmante tasa de error del 90 %, resultando en la expulsión de pacientes de programas de rehabilitación y hogares de cuidado antes de completar su tratamiento. Las consecuencias fueron devastadoras: muchos ancianos se vieron obligados a gastar sus ahorros para recibir atención médica que debía estar cubierta por sus planes de Medicare Advantage.

Lo más preocupante es que UnitedHealthcare, según los documentos legales, conocía las deficiencias del sistema y, aun así, optó por seguir utilizándolo. La prioridad, al parecer, no era la salud de los pacientes, sino la reducción de costos. Este caso plantea serias preguntas sobre la ética de delegar decisiones críticas de salud a algoritmos con fallos tan evidentes.

En diciembre de 2024, en un suceso que dejó atónita a la industria, Brian Thompson fue asesinado en lo que parece ser un acto premeditado. Las balas utilizadas en el crimen tenían inscripciones como “negar” y “defender”, lo que algunos interpretaron como un macabro mensaje sobre las prácticas de la aseguradora. Este ataque ha sido ampliamente debatido en medios y redes sociales, reflejando la frustración pública acumulada hacia un sistema de salud que muchos consideran deshumanizado.

Una crisis que revela más problemas

La demanda y el asesinato de Thompson han puesto en la mira no solo a UnitedHealthcare, sino a todo el sector asegurador. Empresas que emplean inteligencia artificial para tomar decisiones sobre coberturas enfrentan ahora demandas de mayor regulación y transparencia. Aunque herramientas como nH Predict tienen el potencial de optimizar procesos, el caso de UnitedHealthcare muestra cómo su implementación sin supervisión adecuada puede convertirse en un arma de doble filo.

Por otra parte, la aseguradora ha intentado defenderse destacando que todos los contenidos generados por su IA incluyen marcas de agua digitales para garantizar trazabilidad y evitar fraudes. Sin embargo, este esfuerzo parece insuficiente ante la magnitud de las acusaciones.

El uso de inteligencia artificial en la salud debe ser cuidadosamente evaluado. Este caso nos recuerda que la tecnología, por avanzada que sea, no puede reemplazar la empatía y la ética. En un mundo donde las decisiones algorítmicas se vuelven comunes, ¿cómo aseguramos que los intereses humanos sigan siendo prioritarios? Quizás el verdadero desafío no sea construir algoritmos más inteligentes, sino sistemas más responsables.