Neuralink prueba brazo robótico controlado con chips cerebrales

Mirá, lo que parecía ciencia ficción hace unos años ahora está sucediendo. Neuralink, la empresa de Elon Musk especializada en interfaces cerebro-computadora (BCI), anunció que está iniciando pruebas para ver si las personas pueden controlar brazos robóticos usando solamente sus pensamientos. ¿Posta? Sí, y podría ser un avance histórico en el camino hacia devolverles autonomía a quienes han perdido movilidad.

El ensayo que apunta a la mente

En una publicación en X (antes conocido como Twitter), Neuralink informó que su nueva fase experimental, llamada "ensayo de viabilidad", buscará implantar su chip del tamaño de una moneda en pacientes que luego intentarán mover un brazo robótico. Según la compañía, esto representa un "primer paso importante hacia la restauración de la libertad física y digital".

Aunque todavía no hay muchos detalles sobre el ensayo, Neuralink compartió un enlace para que potenciales voluntarios puedan registrarse. Incluso, los interesados en Canadá podrán participar junto a estadounidenses, marcando un hito para la expansión de estas pruebas.

No es el primer intento, pero sí el más ambicioso

Aunque Neuralink es quien tiene los reflectores hoy, este no es el primer proyecto de este tipo. En 2015, investigadores de Caltech lograron que Erik Sorto, un hombre parapléjico, moviera un brazo robótico gracias a un implante cerebral. Sorto no solo pudo darse el gusto de jugar "piedra, papel o tijera", sino que hasta brindó con una cerveza sin ayuda, describiendo la experiencia como "pura alegría".

Lo interesante es que, si bien Neuralink tiene el objetivo de avanzar en la misma línea, su tecnología promete ser más compacta y eficiente. Eso sí, hay que recordar que el camino no ha sido perfecto: los primeros experimentos de Neuralink con animales, particularmente con monos, fueron bastante polémicos por los niveles de sufrimiento reportados.

¿Qué significa esto para el futuro?

Imaginate un mundo donde alguien con parálisis pueda controlar no solo un brazo robótico, sino computadoras, vehículos o incluso realizar tareas cotidianas sin asistencia. Neuralink ve su tecnología como una puerta hacia la "libertad física y digital". Pero también hay dudas: ¿cuánto control tendrán estas empresas sobre una tecnología tan invasiva? ¿Qué riesgos podrían surgir si los chips no funcionan como se espera?

Mientras tanto, Musk sigue siendo un personaje polémico, pero este proyecto en particular parece tener un potencial transformador. Tal vez sea uno de esos casos donde su ambición y sus recursos encuentran un propósito realmente positivo.