Un asesinato frente a 15.000 cámaras: ¿esquivó la tecnología o al sistema?
Pese a contar con un extenso sistema de vigilancia, tecnología de reconocimiento facial y un presupuesto multimillonario, la policía de Nueva York no ha logrado identificar al hombre que asesinó al CEO de UnitedHealthcare en pleno Manhattan.
2024-12-10T17:03:30.304Z - Felipe Sarmiento

Con un presupuesto diario de 29 millones de dólares, la tecnología policial parece insuficiente cuando más se necesita.
Mirá, uno pensaría que con tantas cámaras y tecnología de punta, cometer un asesinato en pleno Manhattan sería un camino directo a la cárcel. Pero la realidad parece más complicada. El NYPD, con acceso a más de 15.000 cámaras y reconocimiento facial de última generación, todavía no logra identificar al hombre que mató a Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare, frente a un hotel en Midtown el miércoles por la mañana.
Y eso que el caso tiene todos los ingredientes de una serie policial: un crimen en plena luz del día, un sospechoso que se paseó por la ciudad en bicicleta eléctrica y un misterioso mensaje con casquillos de bala marcados con las palabras "negar", "defender" y "deponer". ¿El remate? Unas billetes falsos de Monopoly encontrados en su mochila.
La máscara más poderosa: un simple barbijo
A pesar de toda la tecnología que se jacta de tener el NYPD, parece que un simple barbijo quirúrgico fue suficiente para esquivar el reconocimiento facial. Según la policía, el sospechoso fue lo suficientemente astuto para cubrirse la cabeza con una capucha y mostrarse sonriente en un hostel antes del crimen.
Además, la última pista sólida apunta a que tomó un colectivo desde la terminal de Port Authority hacia un destino incierto. Con múltiples posibles paradas en su ruta, la investigación se expande, complicando aún más el trabajo de los investigadores.
Tecnología vs. realidad
Este caso expone un problema que muchos críticos vienen señalando hace años: ¿qué tan útil es el enorme presupuesto policial de Nueva York? Con un gasto aproximado de 29 millones de dólares al día, cabe preguntarse si ese dinero realmente mejora la seguridad o simplemente financia un sistema que parece fallar en momentos clave.
El experto en perfiles del FBI Mary Ellen O’Toole cree que el asesino no podrá sostener su anonimato por mucho tiempo: "Con esa cantidad de recursos, eventualmente cometerá un error". Pero lo que queda claro es que, por ahora, la tecnología no está a la altura de sus promesas.
¿Mensaje o caos?
Más allá de los desafíos tecnológicos, el caso está lleno de misterios. ¿Qué mensaje quería enviar el asesino con los casquillos y el dinero de Monopoly? ¿Era un acto simbólico o simplemente una provocación? Hasta ahora, las autoridades no han dado respuestas claras, y el público sigue preguntándose si este crimen quedará sin resolver.
Una reflexión sobre el futuro de la vigilancia
Este caso es un recordatorio de que, aunque estemos rodeados de cámaras y algoritmos avanzados, la tecnología no siempre es la solución definitiva. Si un solo hombre puede evadir un sistema tan intrusivo, ¿qué dice eso sobre nuestra confianza ciega en la vigilancia masiva? Tal vez, más que gastar millones en cámaras, necesitamos repensar cómo usamos esos recursos para prevenir el próximo desastre.
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