Tecnologia

Sora de OpenAI: la revolución de los videos con IA aún está lejos de ser perfecta

El nuevo modelo de generación de videos con IA de OpenAI impresiona por su capacidad técnica, pero tropieza con problemas visuales que hacen dudar de su utilidad práctica.

12 de diciembre de 2024, 7:10 p. m. - Felipe Sarmiento

photo

Sora puede generar videos increíbles en segundos, pero todavía no escapa a los clásicos errores de la IA: extremidades extra y movimientos inquietantes.

Sora, el nuevo generador de videos de OpenAI, promete ser un gran avance en la creación audiovisual con IA. Sin embargo, después de jugar un rato con esta herramienta, la sensación es más de "¿en serio es todo esto?" que de "¡wow!". Si bien tiene destellos de genialidad, las fallas todavía son tan evidentes que hacen difícil usarla para algo serio.

Lanzado tras casi un año de expectativas, Sora llegó a los usuarios este lunes, aunque no sin obstáculos. La avalancha de interesados obligó a cerrar los registros en cuestión de horas, y quienes lograron entrar tuvieron que enfrentarse a un modelo de suscripción un tanto restrictivo. Por $20 al mes, podés generar videos en resoluciones de 480p o 720p, limitados a 5 o 10 segundos. Si querés más calidad y duración, el precio sube a $200 mensuales con la suscripción Pro. Y ahí uno se pregunta: ¿vale la pena?

¿Magia o desastre?

Probé Sora con la suscripción Plus, y mis resultados fueron, bueno, mixtos. Los prompts sencillos funcionan bastante bien. Por ejemplo, pedí un video de un gato jugando con una pelota de lana, y el resultado fue un felino bastante realista, aunque por unos momentos le creció una cola extra. La pelota, además, se movía de forma extraña, como si alguien hubiese insertado un CGI mal hecho en la escena.

Ahora, cuando intentás ser más creativo y detallado con los prompts, el resultado es otro cantar. Pedí un video de dos personas comiendo ensalada, y fue directamente una pesadilla digital. Movimientos espasmódicos, manos que parecían tener vida propia y un resultado digno de un meme de Will Smith comiendo spaghetti con IA.

El problema más grande es con los movimientos humanos. Cuando pedí un video de alguien maquillándose, las manos del modelo parecían volar por todos lados. Lo peor es que, cuanto más detalle añadís al prompt, más posibilidades de que aparezcan errores o deformidades. Es como si la IA se sobresaturara de información.

¿Qué tiene a favor?

No todo es negativo. Sora sorprende con algunos puntos fuertes, especialmente en aspectos técnicos como la rapidez. Generar un video de 10 segundos lleva menos de 30 segundos, algo impresionante para el nivel de detalle que intenta alcanzar. También hay que aplaudir cómo maneja patrones en telas y texturas de pelaje, que se mantienen consistentes incluso en escenas de movimiento rápido. La iluminación y los reflejos, en particular, son bastante convincentes: la luz entrando por una ventana se comporta de forma natural, con brillos y sombras que dan un aire realista a la escena.

Otra función interesante es el modo Storyboard, que permite organizar prompts más largos en bloques de dos segundos, como si estuvieras editando un video. Sin embargo, al probarlo, el resultado dejó mucho que desear: cuanto más dividís las instrucciones, más errores parecen aparecer.

¿El futuro del video con IA?

Sora es claramente un primer paso hacia algo más grande, pero todavía tiene un largo camino por recorrer. Si bien algunas funciones son innovadoras, el hecho de que los videos tengan fallas tan obvias dificulta su adopción general. Y con precios tan altos, es difícil justificar su uso más allá de la experimentación.

Lo que está claro es que OpenAI sigue apostando fuerte por integrar la IA en todos los aspectos de la creatividad digital. Quizás, en unos años, herramientas como Sora logren cumplir con las expectativas, pero por ahora, la revolución de los videos generados con IA es más promesa que realidad.

Top Stories