Advierten que la inteligencia artificial podría desestabilizar la red eléctrica estadounidense

la inteligencia artificial (IA) está revolucionando el mundo, pero también nos está metiendo en un quilombo energético. Resulta que el auge de la IA está disparando el consumo de electricidad en Estados Unidos, y la red eléctrica no está preparada para bancarse este aumento descomunal.

La North American Electric Reliability Corporation (NERC) advirtió que la demanda de electricidad en Norteamérica podría pegar un salto en la próxima década, presentando "desafíos críticos de confiabilidad" para las redes eléctricas de EE. UU. y Canadá. Este aumento se debe, en gran parte, a la expansión de centros de datos para IA y la minería de criptomonedas, además del uso creciente de vehículos eléctricos y bombas de calor. La NERC anticipa que la demanda pico en verano e invierno superará ampliamente las previsiones anteriores, lo que podría derivar en apagones durante los períodos de mayor consumo.

Para colmo, se están cerrando plantas de carbón y hay demoras en la incorporación de recursos solares, baterías y sistemas híbridos. Se espera que la generación de combustibles fósiles disminuya en 115 GW en los próximos diez años, poniendo en riesgo el margen de reserva necesario en casi todas las jurisdicciones y aumentando la posibilidad de déficits energéticos a partir del año que viene.

La situación es tan crítica que, en lugares como el norte de Virginia, la demanda es tan alta que la empresa local de servicios públicos tuvo que frenar temporalmente las nuevas conexiones de centros de datos en 2022.

Además, la construcción de nuevos centros de datos está en auge en otras ciudades como Atlanta, Columbus (Ohio) y Reno (Nevada), buscando mejores disponibilidades de energía, aunque la calidad de la red en estas áreas aún no está a la altura de los principales centros tecnológicos.

Para enfrentar este desafío, algunas empresas tecnológicas están invirtiendo en fuentes de energía alternativas. Por ejemplo, Microsoft llegó a un acuerdo con Constellation Energy para reabrir la planta nuclear de Three Mile Island y abastecer sus centros de datos con energía limpia. Se espera que la planta, que sufrió un accidente parcial en 1979, vuelva a operar en 2028 tras una inversión de 1.600 millones de dólares.

Sin embargo, no todas las soluciones son tan fáciles de implementar. En Ohio, empresas como Google, Amazon, Microsoft y Meta se oponen a la exigencia de la compañía eléctrica American Electric Power (AEP) de que paguen por las mejoras necesarias en la red eléctrica para soportar sus nuevos centros de datos de IA. AEP propone que las empresas cubran el 90% de la carga proyectada durante un período de 10 años para evitar trasladar los costos a los consumidores, pero las tecnológicas consideran esta demanda injusta y discriminatoria.

La realidad es que la infraestructura eléctrica actual no está preparada para soportar el crecimiento explosivo de la IA. Se necesitan inversiones significativas en la red eléctrica para evitar apagones y garantizar un suministro estable de energía. Además, es fundamental mejorar la eficiencia energética de los centros de datos y adoptar prácticas sostenibles para minimizar su impacto en el consumo de energía.

En resumen, la inteligencia artificial nos está llevando a una nueva era de avances tecnológicos, pero también nos enfrenta a desafíos energéticos sin precedentes. Es esencial que las empresas, los reguladores y la sociedad en general trabajen juntos para encontrar soluciones que permitan un desarrollo sostenible de la IA sin comprometer la estabilidad de nuestra red eléctrica. Después de todo, ¿de qué sirve una inteligencia artificial avanzada si no podemos mantener las luces encendidas?