Viernes, 11 de Julio de 2025
Tecnologia

La cortesía en la Inteligencia Artificial: ¿Un gasto justificado?

Este artículo revela el costo oculto de la cortesía en la interacción con la IA, analizando el impacto económico y energético de ser amables con los chatbots y su influencia en el rendimiento de los modelos de lenguaje.

24 de abril de 2025, 2:28 p. m. - Panchomix

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La cortesía en la interacción con la IA mejora el rendimiento, a pesar de su alto costo.

El artículo que te presentamos a continuación trata sobre un tema que seguramente te ha llamado la atención en las redes sociales. Se trata de esos memes que con una sola imagen dicen más que mil palabras. En uno de ellos, un hombre a punto de ser eliminado por robots se salva en el último instante gracias a un simple gesto: siempre decía "gracias". Este acto mínimo y casi automático lo redime ante las máquinas en un futuro distópico y nos arranca una sonrisa en medio de la vorágine de algoritmos.

El costo de la cortesía en la IA

Claro que no esperamos que los robots se apoderen del planeta, pero no es casualidad que esta idea se haya viralizado. El cine y la literatura han alimentado durante décadas este imaginario que oscila entre la fascinación y el miedo. Lo interesante es que, más allá de la ficción, hay una realidad en todo esto: ser educados con la inteligencia artificial (IA) tiene un costo. Nuestra cortesía, por más rutinaria que sea, implica un gasto económico. Y no es precisamente pequeño.

El funcionamiento de la IA no es barato. Cuando interactuamos con un chatbot de inteligencia artificial, pocas veces pensamos en el consumo de recursos que cada una de nuestras solicitudes implica. Sistemas como ChatGPT y otros similares operan gracias a grandes modelos de lenguaje, conocidos como LLM, que funcionan en centros de datos equipados con hardware de alto rendimiento, como las GPU H100 de NVIDIA. La ejecución de estos modelos, técnicamente denominada inferencia, requiere una enorme capacidad de procesamiento y, por ende, una cantidad considerable de electricidad.

La inversión detrás de la cortesía

Además, debemos tener en cuenta la inversión necesaria para construir y mantener estas infraestructuras, así como su impacto ambiental. Por ejemplo, sabemos que muchos de estos centros consumen grandes volúmenes de agua para refrigerar los sistemas, ya que este tipo de computación genera mucho calor. No existe un consenso sobre cuánto cuesta cada solicitud, y las cifras varían según la compañía. Sin embargo, Sam Altman, CEO de OpenAI, ha dado una pista.

Hace unos días, un usuario preguntó en redes sociales cuánto dinero habría perdido OpenAI solo porque la gente añade "por favor" y "gracias" al interactuar con sus modelos. La respuesta de Altman no pasó desapercibida: "decenas de millones de dólares bien gastados". No se refería a una sola interacción, por supuesto, sino a la acumulación de millones de mensajes corteses a lo largo del tiempo.

¿Deberíamos ser amables con una IA?

Es interesante que, a pesar del alto costo energético y económico que esto representa, Altman considere que es un gasto justificado. Como en cualquier otro ámbito, hay personas que prefieren ir al grano y otras que optan por mantener un tono más cuidado y educado. Probablemente, esta diferencia también tenga que ver con la forma en que cada uno se comunica en su día a día. En este contexto, la cortesía no es solo una cuestión de modales.

Un estudio titulado "Should We Respect LLMs? A Cross-Linguistic Study of Prompt Politeness in Academic Performance" analizó el papel de la cortesía en las indicaciones y dejó algunas conclusiones interesantes. Entre ellas, que los mensajes descorteses tienden a generar un peor rendimiento. Aunque, eso sí, el exceso de cortesía no garantiza mejores resultados.

Lo que sí parece claro para quienes usamos a diario este tipo de chatbots, y más ahora que son capaces de aprender y recordar con más precisión, es que pueden adaptarse al tono del usuario. Si queremos una interacción más respetuosa, más coherente y un poco más humana, probablemente deberíamos empezar por dar ese paso nosotros.